ÁNGELES DE CONCIENCIA

7Simbólicamente se nos dice en el Libro de Samahel que siete son los “Palacios, los Templos, los Estadios de Consciencia” por los que el ser humano debe “pasar” hasta llegar a comprender y descubrir el “sendero o camino” que le llevará a la Luz eterna. Y siete son sus ENERGÍAS angélicas que así harán posible ese acceso a cada uno de ellos, símbolos de los siete pasos de Iniciación que el “Caminante” habrá que dar y que le harán desembocar en la Aceptación real.

El Ángel Tahariel, es precisamente uno de los seis porteros angélicos de los estadios de Consciencia, una energía que emana del Ángel Superior Humiel, Guardián Espiritual de los “Caminantes”, y que es el encargado de abrir o cerrar la “puerta” de acceso al primer estadio de consciencia del ser humano, simbólicamente, primer “Palacio”. 

Es el Ángel de la Purificación Espiritual (su nombre en hebreo significa “Purificador de Dios”). Es el Ángel que cuando atrapamos su energía en el interior de nuestro ser nos hace descubrir el llamado “Sello de Ti Mismo” o “Nombre Secreto” de nuestro Espíritu, que define nuestra auténtica Esencia Divina, el nombre de la chispa de Dios con la que nacemos y que se encarna para cumplir una misión espiritual, o por karma, para depurar acciones de otras vidas hasta alcanzar la Pureza Esencial, y que en caso de lograrlo no debe ser desvelado a nadie bajo ningún concepto.

Y para que este Portero Angelical, TAHARIEL, nos dé paso a ese primer “Palacio” del Estado de Consciencia, ese estado de consciencia nuestro debe estar preparado para ello, es decir, iluminado por cada una de las energías de los ángeles de la conciencia.

Cada “Templo” es, en sí mismo, una meditación y un paso mental guiado para tomar consciencia de los miedos interiores, los procesos de creación psíquica y de la valentía del iniciado que se adentra en los tortuosos caminos del Conocimiento y la interpretación de los símbolos.

Estas virtudes o energías son: 

El Ángel de la Voluntad Primera. TOHUEL.- Virtud que facilita el primer paso a dar para la Iniciación del futuro “Caminante” en la interpretación de los Símbolos. El “Caminante” Aspirante denota el deseo de proseguir el destino al que ha sido llamado: la Iniciación, o traspasar el umbral de este estado, el cual franquea simbólicamente el Ángel Tahariel.

El Ángel del Aprendizaje. BOHUEL.- Virtud que nos abre las puertas del segundo paso de la Iniciación, y que simbólicamente nos hace “ver” las cosas inservibles que deberemos dejar atrás, como por ejemplo los miedos, las fobias, las supersticiones, las dudas, y que denotan la “no consciencia de la Sabiduría”. 

El Ángel de los Desapegos. EMESHEL.- Virtud que nos ayuda a conseguir los desapegos necesarios que de otra manera entorpecerían la verdadera Iniciación, el auténtico pacto de uno mismo con la Divinidad. Los verdaderos caminos hay que cruzarlos sin lastres ni pesadas cargas, para de esta forma aliviar nuestro espíritu y llevarlo hasta el Templo de la Autoaceptación y el Autocompromiso, única premisa para ser a la postre un Iniciado real. Es el tercer paso que el “caminante” debe decidir para su Iniciación.

El Ángel de la Corrección. DAMAMEL.- Virtud que representa al cuarto templo: el Aceptado. Cuando el Aceptado se acerca hasta esta Energía Inteligente y comulga con ella, se hace fuerte, positivo, irradiante y activo en la Búsqueda espiritual, “Caminante” del sendero fértil para sus vivencias y experiencias, y coherente entre sus manifestaciones mentales y materiales. Es el cuarto paso que debe dar el “caminante” para su Iniciación.

El Ángel de la Disciplina. RUAHEL.- Cuando esta virtud que se encuentra en el interior del “caminante” le hace subir de estado de conciencia otorgándole ímpetu, decisiones concretas y claras sobre sus afirmaciones en el camino iniciático particular, y auténtico impulso para lograr las metas espirituales que se disponga a cumplir durante su existencia. Es el Ángel de la Disciplina auto-impuesta (autodisciplina), que en nada tiene que ver con la imposición de agentes externos a uno mismo. Es el quinto paso que el caminante debe dar para su Iniciación.

Ángel de la Acreditación. RAVAYAHEL.- Es la Energía simbólica del sexto Templo, o sexto paso de la Iniciación, que aboca en el portal de la Iniciación en la Sabiduría de los Sagrados Misterios: el Discípulo. Cuando el Aceptado se sabe en sí mismo discípulo de la sincera Educación Arcana, obtiene la conciencia necesaria como para saberse valedor de llamar a la puerta angosta de la Iniciación, apertura que le alejará de la Ignorancia y la Inconsciencia.

El Ángel de los “Fíat” del caminante. ONEGEL.- En sí es una energía inteligente que simboliza el auténtico umbral que da acceso a ese primer palacio, primer grado o estado de consciencia. Onegel sería pues el último paso, aquel que define lo que “entra y no está fuera”; del «Fíat» del “Caminante” (del Sí quiero) y que se compromete a velar por la Luz Una, que no entiende de grupos, religiones o sectas, ya que todo esto trasciende o está por encima de todo ello: está volcado en su compromiso y confianza de búsqueda de la Sabiduría.

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Todos estos “pasos” de recorrido para nuestra evolución espiritual son “puertas de luz” que se nos van abriendo en nuestra consciencia y que deberemos ir comprendiendo y aplicando.

Comparto algunas reflexiones de amigos de “Camino” al respeto y que nos pueden clarificar un poco más:

“…Si se nos abre la primera “puerta”, las demás se irán abriendo a medida de que vayamos entendiendo y comprendiendo, ….las “puertas” son niveles de consciencia, y para eso tenemos que ir trabajando con nosotros mismos, estar siempre alerta, querer formar parte de la Verdad, superar las pruebas del camino, ser totalmente sinceros con nosotros mismos, … y se nos irán abriendo esas “puertas”, las tenemos todas dentro, sólo hay que ir “abriéndolas” una a una, si “abres” la primera no tendrás acceso a la última, todo tiene un orden y el entendimiento y estado de conciencia también, de nada nos serviría llegar a la última sin haber tomado consciencia de las anteriores, no entenderíamos nada, es más, hasta quizás nos desviaríamos del camino porque no lo entenderíamos y eso nos puede confundir….. Hay que tener paciencia e ir poco a poco, de nada nos sirve correr, de nada vale obsesionarse con ello, simplemente “ir andando el camino”, y ya ellas solas se irán abriendo, …llegar hasta donde se tenga que llegar, sin prisas, pero con paso firme, que cada paso sea en la Verdad, ….” (Aradia)….  

“…franquear la puerta primera es comenzar un camino, enfocar la dirección, alinearte en una vía, no quiere decir que los otros caminos no sirvan, pero tú ya te has decantado por uno y lo vas a seguir con la ilusión y el entusiasmo del comienzo…. Luego vendrán todas las experiencias que te proporciona este camino, y en la resolución de esas experiencias estará el aprendizaje, no importa que sean buenas o malas, lo importante es el aprendizaje. Con lo aprendido podrás ponerlo en práctica en una nueva ocasión y ayudar al que te lo pida que pase por las mismas situaciones. Poco a poco, sin prisa, te darás cuenta que irás pasando etapas, llegarás a otros palacios, a otras montañas, pero siempre sin desearlo, solo porque el Camino te lleva a ellas…” (Cibeles).

“… todo está estudiado de una manera prodigiosa, y a medida que nuestras circunstancias personales van tomando un camino u otro tendremos la oportunidad de recorrer estas “estancias” (Phul) …”.

“…al abrir la primera puerta ya vamos haciendo un pacto, un pacto con la amplia voluntad de seguir despacio comprendiendo y aceptando ese estado o nivel de consciencia adquirido a fuerza de tratar de comprender paso a paso la Verdad, desde nuestro interior, tratando de conocer lo que «hay», expandiéndolo, dejando ejemplo palpable de ese nivel de consciencia a cada paso que damos, sencillos, humildes, mansos…..” (Lailaleon).

Posiblemente nos parezca todo esto etéreo y muy difuso pero es bien sencillo, sólo es necesario buscar la Virtud interior, esa pequeña “luz” que una vez encendida va iluminando a más nuestro interior, …. Reflexionando sobre cómo son nuestras relaciones con las demás personas que nos rodean, tanto con aquéllas que nos son afines como con las que no lo son, sobre cómo son nuestros actos diarios. Y nos podríamos preguntar ¿Cómo podría ser esa actitud? ¿Cómo se podría avanzar en el logro de esa evolución espiritual? ¿Cómo podríamos encontrar esa “luz” tan deseada? No es complicado, aunque sí valiente y comprometido, sencillamente es llevando a cabo una vida basada en unos valores espirituales muy especiales, ….nos lo dice el Ángel:

  • Ama a tus semejantes y ama a todos por igual.
  • Perdona, porque será el “camino” hacia la paz interior.
  • Se honesto, equilibrado, justo, y muéstrate siempre con respeto.
  • Se humilde, sencillo, noble, generoso, …no admitas la codicia, la soberbia, la vanidad ni la provocación.
  • Denuncia la hipocresía y la falsedad, aléjate de la tibieza, la altanería y la mediocridad espiritual.
  • Busca siempre la paz, la armonía interior y la de tu entorno a través de la serenidad, la moderación, la prudencia, la templanza.
  • Se activo, diligente, perseverante; ocúpate de ti mismo y de cuánto ocurre a tu alrededor, de tu núcleo familiar y de amistad. Hazlo siempre sin dudar y con alegría, amabilidad y agrado, siendo en lo material una de tus máximas prioridades.
  • Busca la Sabiduría a través del aprendizaje y nunca te consideres “enseñador” sino “alumno”, sabiendo discernir, con amor y libertad, la vida espiritual de la material.
  • Presta “ayuda” a todo aquél que la solicita, siempre que esa “ayuda” puedas realmente prestarla.
  • Se misericordioso con los afligidos, los desahuciados y los enfermos de cuerpo y espíritu.
  • Vive sin interrupción la vocación con la que has nacido, no mostrando el origen de tu “Poder”, que se encuentra en tu interior.

Y porque nos consideramos “Caminantes” precisamente por causa de esos “Propósitos, Compromisos, Pactos y Acciones” hechos desde el Alma, …. porque somos conscientes y creemos firmemente en el “Camino” emprendido, …. y porque tenemos la certeza de que:

  • Dios es Único, Universal, y nuestra meta es llegar a alcanzar la “Luz” de ese Dios Universal.
  • El “Infierno”, ese “espacio” terrorífico inculcado desde niño por “intereses” ajenos, no existe. Sólo existe en la mente del ser humano al estar “alimentado” por su propio ego.
  • El “Ángel” (la energía, la luz de ese Dios Único) “vive y respira” en nuestro interior, porque sabe que Dios reside en él y su luz está en él, es su alimento porque es su creador, y esa “Energía” le hará ser amorosamente Equilibrada (Energía de MIGUEL), amorosamente Comprometida (Energía de GABRIEL), amorosamente “sana y limpia” física y espiritualmente (Energía de RAFAEL), amorosamente irradiante (Energía de URIEL), como única forma de ser “luz” e “iluminar” a todos el camino de tránsito del que dispone en esta actual vida.
  • La reencarnación es el ciclo que rige nuestra existencia humana para que su Espíritu pueda lograr la “Perfección” Divina.

La persona “Caminante”, esa persona que busca la Luz de nuestro Dios sin descanso, es la que trata por todos los medios de sentir el amor y lo demuestra con sus actos, lo transmite, es la que se perdona así mismo y en la misma medida perdona a los demás, es la que se equivoca y trata con todas sus fuerzas de enmendar lo que pudo producir con su equivocación, es la que anda el camino de la vida con humildad y generosidad. La persona “Caminante” es consciente de que Dios reside en su interior y eso es lo que le hace libre. Y cuando esto le ocurre, cuando así lo percibe, es cuando consigue que en su interior el amor se haga sublime, potente, poderoso… y, en consecuencia, su consciencia “despierta”, y ese “despertar” será el que le haga abrir los ojos de su alma, haciéndole ver que el Amor, creación suya, es la gran virtud de Dios.

El verdadero Caminante entiende que nadie tiene más que nadie, ni nadie es más “ángel” que nadie, le importa cómo descubrir la grandeza de su ser y sabe valorar la grandeza de las personas que tiene a su lado, deja margen a unos y a otros para equivocarse y aprende de ello, y por supuesto deja de inmiscuirse en la vida de los demás, no juzga y permite sin tapujos  que los demás hagan lo que quieran o deseen hacer. No impone nada. Comprende que está para acompañar la Voluntad de las personas y estimularla, no para cambiarla. Sabe que una aportación altruista, generosa, engrandece a Dios, y que cualquier tipo de imposición lo aleja de la consciencia Libre y pura Universal.

Un Amigo de “camino” me decía que la vida es una “escuela” en la que todos somos capaces de aprender si así lo queremos, podrá ser una escuela de amor y podrá ser una escuela de dolor, de injusticias, de batallas de poder y ambición, es decir lo que nosotros mismos vayamos buscando. Pero la clave está en Aprender de nuestros semejantes que son nuestros verdaderos Maestros, para así ser capaces de conocernos a nosotros mismos, parece una paradoja, pero no lo es, todos somos “espejos” donde irradiamos y reflejamos nuestras propias virtudes y nuestras propias sombras, y de todas ellas se Aprende; si lo que captamos y vemos en ese “espejo” es amor, es que realmente ya hemos descubierto y aprendido lo que es amor; si es humildad y generosidad, es que así realmente ya las hemos reconocido; y si es ira, crueldad, o cualquier otra oscuridad, es porque así lo llevamos dentro. Así es como funciona internamente.

En lo material y en lo espiritual la vida está llena de oportunidades que pasan por nuestro lado, hasta podríamos decir que representadas de forma sincronizada, que son en realidad sutiles avisos o señales para que podamos avanzar en nuestra “evolución” como personas y como posibles seres de luz, pero también es cierto que la mayoría de las veces no las percibimos y pasan sin darnos cuenta de ellas, ni tan siquiera por aquellas personas que afanosamente las buscan; la razón sólo hay que buscarla en cómo son nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, en definitiva, en cómo vamos preparando nuestro ser interno para que así podamos descubridlas.

¿Qué podríamos hacer para lograrlo?

Muchas son las acciones que podemos llevar a cabo, pero el primer paso a dar, importantísimo, no es otro que reflexionar sobre qué hacer para empezar a “limpiar” nuestra visión de cuanto nos rodea, sobre cómo enfocar nuestras actitudes diarias, sobre cómo ser capaz de ir desarrollando a más nuestra intuición, y así podamos lograr comprender que todo ello sólo es posible alcanzarlo a través del Aprendizaje y del Conocimiento del sí mismo, luchando contra las circunstancias propias de las vivencias diarias, las “sombras” interiores, que son muchísimas y que no cejan, el gran “ego” nuestro que no paramos de alimentarlo, etc, etc, etc, pues son como muros infranqueables que muchas veces nos abruman y no nos dejan avanzar cuanto quisiéramos, pero al menos en todo esto hay una cosa muy importante, que no es otra que haber sido capaces de haber dado el gran paso de “despertar” las Energías de nuestros queridos amigos los “ángeles de luz”, esas Energías que nos permiten reconocer nuestros fallos, nuestros errores, las que nos hacen “levantarnos” cuando “caemos”, las que en definitiva nos abren las puertas de nuestra Consciencia y nos hacen entender y comprender que debemos corregir nuestras formas de pensar, de actuar, y en ese paso dado está el inicio de nuestra “evolución”, el iniciode ese encuentro con nuestro “Dios” interior.

Y como bien dice mi hermana de camino, Roxana, …”ser Guardián de lo más preciado del Universo, de uno mismo, para lograr expandir esa energía que todos y cada uno tenemos, iluminando el camino que tenemos que andar en esta vida…..porque el humilde Guardián se hace camino al andar, de todos y cada uno aprende, contempla el mundo que lo rodea, recibe sabiduría y también la trasmite y comparte, pasa las pruebas de la vida sin quejas ya que sabe que pasarlas con bien lo ayudan a alimentar su espíritu, ….sabe, siente que la rueda de la vida va siempre en dirección hacía la luz más allá de las pruebas que se le presentan, no se siente mejor que nadie, siente que es parte de un todo, de ese todo que es el plan divino de Dios….ciertas veces sufre, llora en silencio puesto que en la mayoría de las veces su camino se torna no fácil a causa de su notable sensibilidad, pero sabe que ser sensible, que no significa ser débil, de sus pruebas y lágrimas, comprende que todo tiene un para qué en su evolución natural….y sigue caminando…”.

La vida es como un río caudaloso que va salvando obstáculos, como un “sendero” lleno de baches y encrucijadas, donde lo que realmente importante es ser capaz de reconocer y salvar esos “obstáculos”, es decir reconocer esos errores, defectos, que tanto nos cuestan ver, y será precisamente esa superación y corrección lo que nos haga en definitiva saber identificar y rectificar los “caminos” tomados erróneamente.

AURI

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