Me decía un gran amigo y maestro ”…Donde hay necesidad de Agua surge un Manantial, donde hay necesidad de Caminar surge un Camino y donde hay necesidad de Dios surgen los Ángeles…”….
Qué duda cabe que el saber del Dios del Amor lo encontraremos en nuestro propio Corazón, en nuestra propia ejemplaridad de hacer el bien, con nuestro equilibrio y armonía. Todos somos iguales ante ese Dios aunque tengamos cuerpos diferentes o practiquemos distintas religiones, pues en todo ser humano habita el Amor de ese Dios. Su Esencia. Pero sólo de cada uno de nosotros dependerá cómo saber encontrarlo. Nunca de otros. Y ese es el verdadero “sentido” de nuestra Vida….
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