PENSAMIENTOS DEL ÁNGEL – RAZIEL

ÁNGEL DE LOS SECRETOS Y MISTERIOS

PORTERO MÑISITCO DE LA LUZ

La simbología de sus textos es de una inmensa profundidad por lo que humildemente sólo puedo hablar de lo que razonablemente he alcanzado a comprender.

El Ángel nos habla de Agamtia, que no es un Mundo, es una península de un mundo denominado Asumtalé, un Mundo de una dimensión de consciencia superior al nuestro, que en un principio gozaba de una libertad ordenada y regida por el equilibrio y la justicia, tal como deberá ser en este nuestro mundo cuando la Luz domine a la Oscuridad por nuestros actos y vivencias.

También se hace referencia de una forma muy simbólica a nuestro mundo llamado Tierra, que finalmente se autodestruirá si por un lado prevalece el mal uso de sus habitantes al atentar continuamente contra la madre naturaleza, y por otro si las fuerzas de la Oscuridad dominan a las de la Luz. Tal como ocurrió en el mundo de Asumtalé.

Asimismo, el Ángel nos habla del Símbolo de los Viajeros, del Símbolo del Cáliz de Oro, y sobre el Rey de la Luz y el Rey de la Oscuridad.

Nos hace comprender que la Creación de nuestra Espiritualidad se potencia a través de nuestra propia sensibilidad, emociones, sentimientos, un valor que, como nos dice el Ángel, se otorga al que más [Ama, sufre, siente, especula, observa y Vive…]

El Ángel nos dice que en este período de los mil tiempos, donde nos encontramos, llenos de oscuridades y negatividades por el Mal creado, […el Trigo será separado de la Cizaña, el Fruto podrido del sano, el Árbol seco del Lozano y fructífero, y que la enseñanza de Jesús aparecerá como testimonio de Luz en nosotros, dando Vida al Trigo, al Fruto sano y al Árbol fructífero,…]

Siendo Conscientes de ello, deberemos ser Valientes y Comprometidos no escondiendo nuestra espiritualidad y dar la cara (sin vergüenza) con nuestra propia ejemplaridad. Como nos dice el Ángel, […se irá quemando la cizaña, lo podrido, el árbol seco, …..lo que se denomina como negrura y maldad]

Hagamos nuestras las palabras de la madre Teresa de Calcuta, cuando dijo “…A veces creemos que lo que hacemos es tan sólo una gota en la mar, pero la mar sería menos si le faltara esa gota». Así, pues, aunque seamos una gota de agua en la inmensidad del océano… nunca dejemos de serlo para que no falte el símbolo de la Luz y de la Virtud en nuestro mundo, tanto interno como externo.

(Pinchar en la foto para ver la información completa)

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