PENSAMIENTOS DEL ÁNGEL – PHALEG

Ángel de la Sencillez

PHALEG es una de las siete Luces simbólicas que todo Iniciado debe fomentar en su Caminar por esta Vida.

Constituye una de las simbólicas luces de la Menorah, concretamente el tercer brazo si se cuenta de derecha a izquierda, siendo representante del martes (día) y de Marte (planeta rojo de la guerra), y por tanto podemos decir que es la FUERZA VICTORIOSA, la Energía responsable de los LOGROS INICIATICOS en la lucha por la consecución de la LUZ EN EL CAMINO ESPIRITUAL.

Cuando la Virtud de Phaleg -La Sencillez- se encuentra en el interior del ser humano lo hace consciente de que en esta vida humana es necesario separar el “trigo de la cizaña” para alcanzar la verdadera Sabiduría y de saber “Arar y Abonar el Camino” para plantar las semillas de la Espiritualidad.

La importancia de esta Energía se refleja en el hecho de que afecta a las cuatro Ramas, los tres Misteriosos, los dos Cálices, y la Unidad que constituye el “armazón” que hay que preservar en nuestro mundo para que se consigan los logros de Dios. Entendiéndose como esa “muralla” que nos aísla de los actos “perdidos y acechantes” o Energías adversas, y de esta forma nos haga anular o realmente saber cómo dominar su densidad oscura. Y como “armas” a utilizar qué mejor que la paciencia, la impecabilidad de nuestras palabras, la sencillez de nuestros actos, siendo equitativos y justos, coherentes, amorosos, equilibrados,

Pero ¿Cómo entender ese equilibrio? Su entendimiento no parece ser tal como el ser humano lo aplica (ubicándolo todo en el centro, en el término medio). Su equilibrio estará en entender que la Espiritualidad (el Arriba, nuestra Esencia divina, Virtudes, Luces, nuestro saber del BIEN…) y la Materia (lo Abajo, nuestros Defectos, Sombras, nuestro saber del MAL…) son UNO. Es decir, como se ha indicado antes, de saber cómo DOMINAR nuestras “Sombras u Oscuridades” por medio de la Luz de la Virtud, en este caso de la mano del Ángel de la Sencillez.

Nos dice el Ángel [PHALEG III – 9 – 884 910]

[…Cuando la maldad esté indispuesta, debas cosechar el grano de la Verdad, la aurora brille diáfana y la oscuridad haya desaparecido acordaos de mí, Cálices uno a uno, pues yo, Phaleg, araré la tierra donde pisáis a fin de que, abonada con la separación de mi arado, sea plantada la Nueva Semilla y unida de nuevo la tierra partida donde tomar decisiones graves para regarla de los licores plateados y dorados que contienen los Cálices que han tomado su sustancia de las Estrellas…]

Esta entrada fue publicada en Libro de Samahel, Reflexiones de Auri y etiquetada , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s