1ª Hoja. Armonía

La Armonía es ante todo un estado de equilibrio interno que controla las emociones, los sentimientos. La Armonía es vibrante, luminosa, donde todo fluye con absoluta naturalidad, con gusto, con alegría, con entrega, consiguiendo de esta forma estar bien con uno mismo y con los demás.

La Armonía no está tanto en lo que se percibe como en el estado interior del que lo percibe, por lo que la armonía se encuentra dentro de cada uno de nosotros, y la regla o el baremo de tal armonía lo tenemos que dilucidar en nuestro interior.

Ser armónico es estar alineado con nuestro ser interno, con nuestros pensamientos, con nuestros sentimientos, con nuestras emociones, lo que está más allá de la personalidad y con la vida en general; es vivir conscientemente, aceptando los momentos buenos y menos buenos como algo único, como algo que por naturaleza debe suceder, consiguiendo interiorizar cada acto, sintiéndolos, entendiéndolos, siendo coherentes con nuestros pensamientos, nuestras acciones, nuestros compromisos, haciéndolos fluir a los demás y aprendiendo de ellos.

Al ángel nos habla de cuáles han de ser nuestras divisas para conseguir armonía, qué virtudes tenemos que cultivar, llevar a su práctica, y éstas no son otras que la Humildad, Bondad y Amabilidad, divisas que  nos pueden llevar a la Armonía sintiéndolas verdaderamente dentro de nuestro ser, pues si los sentimientos se nos desbordan y no los podemos controlar, estas divisas no aflorarán.

Conseguiremos ser humildes haciendo que nuestra vida sea lo más honrada posible, que nuestros actos diarios sean sinceros y auténticos en todo momento, dominando nuestro ego, nuestra vanidad, nuestra soberbia..  sintiendo que uno es igual al otro, diferente, pero igual, para nada superior, … y no pidiendo nada a cambio.

La bondad es una inclinación natural que las personas tienen y que les induce a hacer el bien, a ayudar al que lo necesita. Es una actitud mental de desprendimiento, es un sentimiento profundo que viene de dentro, que se caracteriza por el deseo de hacer el bien, haciendo el bien de corazón, sin caer en las “apariencias”.

La amabilidad es ser afable, afectuoso, que las personas con las que nos relacionamos o tratamos, aunque sean desconocidas, se sientan bien con nuestros actos hacia ellas.

También nos dice el Ángel: “sé infiel a tus sentimientos vagos”, es decir que reconozcamos horradamente con el corazón, con total sinceridad, nuestras sombras y oscuridades, …  el ego, la vanidad, el orgullo, la intolerancia…  pero al mismo tiempo procurando no caer en un exceso de virtud o de defecto, de luz o de oscuridad, porque eso haría romper el equilibrio que realmente buscamos.

¿Y cómo podemos saber qué grado de armonía tenemos y cómo lo podemos desarrollar? ¿Cómo podríamos darnos cuenta de que estamos siendo armónicos y que esta virtud se está fijando en nosotros y en nuestro comportamiento?

Una forma podría ser buscando experiencias pasadas en un momento o circunstancias que sean consideradas de armonía interna, valorándolos y tomando aquél que hayamos considerado de un valor máximo. De ese momento elegido, se analizarían qué circunstancias habrían concurrido, no tanto exteriores, del lugar, la persona o el objeto que procuró la experiencia, sino más bien lo que ocurría dentro de nuestro ser, los pensamientos, emociones, sentimientos, etc., y con estos datos, y teniendo en cuenta las circunstancias exteriores que nos hubiesen podido afectar, comparar como se está en estos momentos en el nivel de armonía.

También otra forma complementaria a la anterior sería definiendo unas máximas o unos propósitos, y reflexionar día a día sobre su puesta en práctica. A modo de ejemplo, sería muy bueno reflexionar sobre:

  • Lo que se piensa y se siente interiormente desde la perspectiva de la sinceridad y la honradez.
  • Vivir en el presente. No darle energía al pasado si fue negativo, despreocupándose por el futuro.
  • Perdonarnos a nosotros mismos, amándonos mucho e ignorando toda crítica destructiva que nos hagan. Amando al prójimo, perdonando sus faltas, pero no olvidando las ofensas.
  • Nuestros sueños, ocupándonos de ellos día a día, momento a momento, para que finalmente podamos hacerlos realidad.
  • No intentar dominar a nadie, respetando la libertad de cada uno.
  • Estar alegres, contentos, buscando el lado bueno de las cosas, sobre todo en la adversidad, el malestar o la enfermedad.
  • Ser fuertes de ánimo y espíritu para que nuestros esfuerzos no sean estériles y para que nuestras fuerzas no mengüen ante los ataques de nuestras sombras.
  • Ser pacientes y reflexivos, escuchando y comprendiendo al que te habla.
  • Ser agradecidos e ir sembrando nuevamente de lo recogido.

ORACIONES QUE EXPRESAN ARMONIA

«Cuando camines o descanses en la naturaleza, honra ese reino permaneciendo allí plenamente. Serénate. Mira. Escucha. Observa como cada planta y animal son completamente ellos mismos. A diferencia de los humanos, no están divididos en dos. No viven a través de imágenes mentales de sí mismos, y por eso no tienen que preocuparse de proteger y potenciar esas imágenes. Observa, siente un animal, una flor, un árbol y mira como descansan en el Ser. Es una armonía, una sacralidad que además de compenetrar la totalidad de la naturaleza, también está dentro de ti. Cada uno de ellos es él mismo. Tienen una enorme dignidad, inocencia, santidad. En el momento en que miras más allá de las etiquetas mentales, sientes la dimensión inefable de la naturaleza, que no puede ser comprendida por el pensamiento».

«El fuego cósmico, más fuerte que la fuerza luminosa del sol, acaricia tu corazón. Tu alma llama al vuelo de regreso a la eternidad. Toma sitio en la espalda de Pegaso, déjate elevar, hasta que el contorno de tu ser se alíe con la eternidad. Entonces habrás llegado al mar de la felicidad. El fuego divino esta encendido eternamente».

«Señor quiero decirte a través de tus Ángeles que me mires, que me mires solo un ratito y haz que se despierten en mi, todas las virtudes que sirven para florecer la armonía y a las virtudes que la acompañan».

«¡Oh Padre mío y nuestro! Poderosa Presencia que alientas en la Esencia de mi Corazón. Agradecido te estoy Señor mío y nuestro por todo lo que me das cada día. Tu Armonía Infinita fluye desde mi interior y se instala en mi mente y en mi cuerpo. Siento esa Energía llegar y me relajo en el Silencio de tu Amor Incondicional. ¡Oh Padre! Te amo. Me amo. Y amo a mis semejantes. Les perdono y me perdono. No dejes Señor que esta Armonía que siento me abandone jamás. Sé que lo estás haciendo y te doy las gracias. Beso tus pies de loto».

«Hola Dios, ¿me reconoces? cada noche te llamo y hablo contigo, pero creo que estoy equivocada, mis peticiones no son siempre acertadas, pero sabes, hoy lo entiendo, la armonía, la llevo dentro, sólo pido, ya que entiendo, que me pueda ir conociendo, si conozco mi interior, esa armonía SOY YO».

(Fuente: resumen debate abierto de Amigos de “Camino”)

Una respuesta a 1ª Hoja. Armonía

  1. centroauri dijo:

    (Roxana Poeta)….ARMONIA, qué puedo decir de ella? que es una palabra que si llevamos a la practica hacemos fluir una energía que se contagia y se tramite al mundo que nos rodea. ¿Es fácil conseguir la armonía? uff ardua tarea si se quiere, Yo creo que para obtener la armonía hay que ser sinceros con uno mismo, conocerse uno mismo, navegar en las profundidades del alma para saber quién es uno realmente ante cada situación que se nos presenta. Ser armonía andante y trasmitirla es una labor de cada ser humano, pero para eso hay que sacarse muchos sentimientos tóxicos que pueden nacer en un momento determinado, vale decir pues, despojarse de odios, rencores, venganza, envidia, celos y muchos sentimientos bajos, no se puede ser armonioso y trasmitir esa energía si no nos despojamos de esos sentimientos. El equilibrio se consigue con justicia, la justicia que se hace uno mismo cuando navega en su interior y encuentra defectos y los pule al tal punto de transformarlos en virtudes, porque para eso nacemos y venimos al mundo los seres humanos, no solo a vivir lo que nos toca, si no para evolucionar nuestro espíritu y ayudar con nuestras actitudes, buenas actitudes a que otros también puedan,claro es que somos energía andante, pero depende de cada uno ser luz o sombra. o brillamos u opacamos la luz………

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