6ª Hoja. Aprendizaje

Con nuestro nacimiento, la vida, a través de sus distintas etapas, infancia, adolescencia, y después en la madurez, se nos presenta como un continuo aprendizaje.   

En un principio se trata de un aprendizaje dependiente de los demás, del entorno en que el niño o niña se desenvuelven (padres, hermanos, y demás familia,..) hasta llegar a la etapa del propio discernimiento, donde serán sus propios pensamientos y sentimientos los que les vayan haciendo marcar los “caminos” a seguir; caminos que sin duda no serán fáciles de identificar y donde el esfuerzo, la constancia, el empuje, la firmeza, al mismo tiempo que la prudencia, deberán estar siempre presentes para así poder lograr las “metas” propuestas y no decaer en el empeño.

La vida está llena de pruebas, de cosas que te ocurren y por cuya causa aflora el sufrimiento, el dolor, los miedos, …en el fondo motivado por nuestras propias acciones y por las acciones de las demás, de las personas que crees están a tu lado, que crees en su amistad sincera, aunque luego las circunstancias te demuestran todo lo contrario…a este respecto me decía un amigo mío, en un foro…”…Hay personas a tu alrededor a las que, por la razón que sea no les gustas, les caes mal, o dicho de otro modo, “no te tragan”. Pero eso no debería desviarte a ti de la realidad, …. sólo aprende de ellas. Fíjate en lo que dicen, en lo que hacen, observa sus vidas, pero deja de lado la antipatía, no luches contra ellas; verás cuántas cosas te enseñarán. Porque fíjate bien, podría ser que no te quisieran, sí, pero también podría ser que tú lo hayas imaginado, de todos modos nada de eso es importante. Lo importante es que tienen cosas que enseñarte, si tú estás atento. Cosas que te perderás si luchas contra ellas y te llenas de oscuridad….” 

Lo mismo ocurre con la evolución de nuestra “vida” espiritual. En este sentido, podríamos decir que “nacemos” para la purificación del karma recogido en otras vidas, y será precisamente el aprendizaje de las pruebas que ese “Karma” nos presente, y que tendremos que ser capaces de identificar, las que nos hagan ver qué cosas tenemos que corregir, …un aprendizaje que en el fondo no es otra cosa que una continua “batalla” contra nuestras sombras, nuestros defectos, nuestros propios egos, haciéndonos comprender y aplicar modos de vida que nos vayan ayudando a corregirnos y así dominar esas sombras, digo a dominarlas porque nunca las podremos eliminar, siempre estarán presentes, al igual que están nuestras virtudes. También será ese aprendizaje el que nos haga adentrarnos en la práctica del perdón, una de las grandes divisas del Amor, porque se entiende que en todo y en todos está de alguna forma nuestro Dios Único, el Dios Amor.

Un aprendizaje que nos hará “ver” que nuestra evolución espiritual deberá estar dirigida a vivir las circunstancias que nos acontecen con amor, equilibrio, valentía, y tratar a las personas con equidad y justicia. A reconocer de las pruebas que se nos presentan en el transcurso de nuestra vida la esencia real de la prueba, pues el aprendizaje es realmente eso.

Nos dice el ángel (Libro de las 13 hojas. A.D.A.M.A) “…Sobre tu pecho pondré Prudencia, Seguridad y Esfuerzo, a fin de que no flaquees en lo que te mostraré por medio de lo que verás en Mi Hijo…”. Y en la muestra de esa vida de Jesús el Nazir, cuando dijo “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, podemos decir que se encuentra el verdadero “APRENDIZAJE” del ser humano.

La primera divisa a tener en cuenta para ese Aprendizaje es la Prudencia. No dar por cierto lo primero que caiga en nuestras manos. Hay que ser cauteloso, reflexivo, pensar con calma las consecuencias (buenas o malas) de la posible acción, evitando la precipitación, lo que provocará que seamos prudentes y responsables con la decisión a tomar en su caso. La prudencia también hace que otras divisas o valores afloren de forma complementaria, como por ejemplo, si hacemos aparecer la fuerza de voluntad, ésta nos hará ser más sinceros con nosotros mismos.

La segunda divisa es la Seguridad, que podría ser entendida como el hecho de tener la certeza que es correcto lo que creemos. Pero ¿Cómo podemos comprobar que estamos en lo cierto? ¿Que no nos estamos equivocando en nuestros razonamientos? ¿Cómo solucionamos las dudas surgidas? …. Está claro que todo esto está relacionado con lo dicho para la divisa de la prudencia, pues tenemos que actuar siendo muy reflexivos, moderados, pacientes, contrastando muy bien la “información” que recibimos y, por otro lado, dejando también “hablar” al corazón, es decir, escuchando la “voz” de nuestra intuición.

Y parejo a estas dos grandes divisas del aprendizaje, obviamente no podía faltar la divisa del Esfuerzo. Nuestra vida diaria está llena de proyectos, de caminos a seguir, que tendremos que saber llevar a cabo e identificar a través de nuestras propias decisiones y acciones que entendamos son las más correctas, haciéndolo con constancia y fuerza de voluntad.

AURI

 

2 respuestas a 6ª Hoja. Aprendizaje

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