Ángel Achaniel (Fuente: Obra de Miguel A. López Melgarejo)
Soy la Verdad que procede del Dios Único e Innombrable, he escuchado al Señor ya que mi espíritu así fue creado para este menester desde el principio de éste y otros Universos. Mi palabra es veraz porque es la Verdad del Creador ¿Quién más que Él conoció, conoce y conocerá todo lo que ha de venir? ¿Quién conoce todas las Estrellas más que Él sino Él mismo? ¿Quién conoce el Infinito y sus múltiples números que no se pueden calcular? ¿Quién más que Él conoce el número de los espíritus?
De verdad os dicto, porque así se me ha dicho, que en el final de este Tiempo aparecerán encarnados también el Maestro de Justicia que será conocido como el Testigo de Dios; él será enmudecido como antes en el desierto, jefe de los Perfectos como en otro tiempo lo fue de los Puros. Dará testimonio, con su silencio, de todo cuanto escuchó en su ausencia sobre el Universo, sobre su sonido, sobre su magnitud y su Amor. Su sacrificio servirá en la soledad como testimonio de todo cuanto hemos dictado y otros dictarán después. No dejará que el espíritu inmundo hable por boca de visionarios, poseídos y falsos profetas, y todo esto lo comunicará. Bautizará, impuesta sobre él la blancura, con sus manos y el agua la volverá fuego. Sabrá de los Doce Dobles y les recriminará su postura a siete de ellos, Fundará el Palacio de los Iniciados, y nunca una espada se colocará sobre él. Y éste gobernará con su Efecto a nosotras las Energías y Virtudes porque estamos prontas a sus llamadas y a sus silencios. Obradores de efecto con el fuego y de efecto con el agua, los Doce Dobles — efectistas en su totalidad — se someterán a él como ángeles que son. Su nombre se encuentra en estos dictados, en este Color y en uno de los Palacios.
Dos varones se encarnarán también porque así fueron preservados por dos veces hasta esta nueva Aparición, serán también Testigos del Altísimo porque le conocieron en Su Seno.
Elías volvió con el nombre de Iochanán el Bautista y volverá con el nombre del Nuevo Iochanán. Tras una revelación de la Dama Blanca que sólo se le mostrará una sola vez, partirá de este mundo entre el Túnel de Luz de Azrael y conocerá en un tiempo prudencial el Misterio de la Oración de los Perfectos, de las rosas unidas en la Cruz y la Armonía de las manos unidas en el Universo. Su palabra anunciará lo que el Espíritu le reveló y morirá dando testimonio del Dios Único e Innombrable por vez segunda en esta misma vida y en este mismo Tiempo.
Henoch volvió por vez segunda con el nombre de Moseh. En esta vida reirá pero precederá a todo cuanto os estamos dictando.Su nuevo nombre será El Digno de Alabanza, y sus escritos revolucionarán en vuestro año de la Revolución del Amor. Maestro de maestros en el secreto, una espada es el símbolo de su Iniciación, y la naturaleza se le revelará en todo su esplendor diciendo de él «es la explosión de la primavera». Su voz resonará con las voces de los cuatro vivientes. Muerto una vez volverá a la Vida de donde ya nunca volverá hasta dar testimonio en otro Mundo del Adonay.
El nuevo Iochanán y el Digno de Alabanza unirán sus fuerzas en lo que fue el silencio del Testigo de Dios y multiplicarán las estrellas del firmamento y los nombres de los Orantes.
Cuando estos tres mueran, cuando los Doce Dobles desaparezcan dejando sólo la Voz de Jesús el Nazir y sus Virtudes, entonces el lamento azotará la tierra donde moráis y vendrán las plagas que se os han dictado, pues el Señor alzará su mano y comenzará el Caos.
El Testigo de Dios, ya con otro nombre después de muerto, con un Nombre Nuevo, entablará una batalla donde saldrán a la luz los nombres de los 22 seguidores del Anticristo, del Antisalvador, que querrán hacerle la guerra al Señor Nuestro Creador y les será arrebatado el trono para emplazarlo en el alto lugar durante los Mil Tiempos desde donde la materialidad reinará por el período que estos duran.
Y he aquí el Gran Símbolo que es Símbolo Doble. Comprended su significado que ya leísteis y conocéis por la Revelación y no tratéis de inmiscuirlo en tiempo alguno pues cuando esto ocurra así lo sabréis.
Los Tiempos, como el color del arcoiris en el arcoiris, no se cortan totalmente para dar lugar al principio del siguiente, sino que se desvanecen unos para dar paso, poco a poco, al otro llegando incluso a mezclarse con uno nuevo que es ambos al mismo tiempo, siendo su diferencia el centro o cenit de él.
He aquí la primera explicación del Símbolo que es doble y que me ha sido permitido desvelar para la comprensión de la globalidad y de la naturaleza del mismo.
Después de que ocurra esto, que los dos Justos Varones sean arrebatados y el mal se enseñoree de la tierra, los misterios más insondables saldrán a la luz; estos dictados serán leídos por todos para terror de unos y alegría de otros. El arca de plata donde debéis resguardarlos será abierta en la fecha que suma siete, y que se os mostrará al finalizar nuestros dictados. y embargará a todos una paz sin límites que durará menos de dos años terrestres. La «madre» tierra, bañada por el Sol y con la Luna como único satélite natural estará preparada para entender estos dictados porque ya se habrá Hablado y evangelizado en la Verdad de Jesús el Nazir a toda nación en su lengua. Pero el Mal, acechante en todos los rincones, hará la guerra porque se habrá enseñoreado de muchas mentes, de muchos espíritus puros. Estos escritos entonces serán perseguidos, despojados de credibilidad, mas la esperanza coronará toda empresa y esto, ese Mal, no podrá controlarlo.
La maldad no podrá adueñarse nunca completamente de los escogidos que estéis aunados por la Verdad que sale de la boca de Dios. En los tiempos estos un rey ególatra resguardado por dos vasallos dominará este Infierno. ¡No temáis, perfectos, pues veréis otro mundo nuevo para que no perezcáis en este ni seáis quemados con él!
La «maquina» pensará y hablará, controlará… será entonces cuando en esta tierra no se podrá vivir porque será estéril. Esto no es ahora, ni después, sino cuando pasen muchas décadas. Y de cierto es, digo la verdad, que el nombre que os gobernará será el 6.6.6. hasta que todo acabe; y este nombre y número es el nombre del principio de vuestro fin.
Y escucha ahora la belleza del Gran Símbolo, la belleza de esta dualidad. Escuchad y comprended.
El Sol es el símbolo de Dios Nuestro Señor ya que al ser una esfera carece de principio y de final una vez trazada. Esa «mujer vestida de Dios» es la imagen de la Espiritualidad, es en sí Dios mismo. La Luna es el símbolo de Jesús el Nazir; también es Dios y su símbolo es la circunferencia también. Al igual que la Luna refleja los rayos del Sol a la Tierra cuando es de noche, cuando existe oscuridad, así Jesús el Nazir refleja la palabra de Dios a la Tierra cuando existe confusión.
Las estrellas son el símbolo de los Doce Dobles que circundan el Trono de Dios. El parto de la Espiritualidad siempre Virgen da a luz de continuo a la Palabra de Dios porque es Dios quien se fecunda y pare a Él mismo. El mismo Dios se hace a sí mismo. El Sol dio vida a la Tierra. El dragón es el símbolo del Mal, la negrura, lo que lucha contra la Luz, por esto arrastró a algunas Virtudes convirtiéndolas en Defectos —las estrellas que no se ven cuando el Sol ilumina— en la creación de la Dualidad en la materia. Cuando el Mal se enseñorea de la Tierra y la convierte en doble infierno, la Espiritualidad — la mujer— huye al silencio… para no ser destruida, Ella sola se refugia en el corazón del hombre — el desierto— para no ser hallada. Aunque el mal intente arrastrar e invalidar a la Espiritualidad, el hombre justo destroza esa maldad y preserva a Su Señora, es lo que simboliza la tierra que se traga al río enviado para aniquilar a la Espiritualidad.
Cuando el Mal se enseñorea de un mundo, cuando los defectos prevalecen sobre nosotras las Virtudes, en este se desequilibra lo que debería ser equilibrio y entonces se acerca paulatinamente la destrucción: la naturaleza se enfurece y se defiende, las mentes se embrutecen y comienzan a perder sus virtudes para aferrarse al idolatrismo de lo material. Este mal tiene siempre sus seguidores, sus líderes que equivocan y se disfrazan de seres espirituales y de luz. El símbolo de este triunfo está representado por los eclipses, cuando la tierra —la materia— se interpone entre la Luna y el Sol, así la sombra de la materialidad oscurece la Palabra de Dios y su Espiritualidad que es todo UNO .
¿Cómo no en estos tiempos va a manifestarse la Espiritualidad Siempre Virgen pidiéndoos oración, súplicas, comprensión? ¿Cómo no va a estar su «rostro» ensombrecido por las lágrimas? ¿Cómo no se os va a manifestar en plena naturaleza, entre bosques, en cuevas y árboles, en bellos parajes y ríos de agua? ¿Cómo no iba esto a acontecer si el Mal se está enseñoreando de este vuestro mundo?
Oíd a la Dama Blanca… pero jamás escuchéis a los que hablan con la voz robada de Dios Nuestro Señor o con la de la Espiritualidad Siempre Virgen pues estas dos manifestaciones de la UNIDAD nunca podrán hablar por boca de ser humano alguno ya que sería algo tan incongruente como aceptar que el Universo Pleno puede emitir su sonido Todo por la garganta de un ser humano. Es el Mal quien habla con palabras bellas para equivocar, para plagiar a Dios Nuestro Señor como hace el Adversario disfrazándose de ángel de luz. ¡Falso quien hable con la voz de Dios Creador! ¡Falso quien hable con la voz de la Dama Blanca! La UNIDAD PLENA no presta su Voz como el agua no presta el frescor al fuego, ni la hoja su verdor al cielo. Estos emisarios farsantes son los hechiceros que buscan para ellos la gloria del ser humano ¡nada más satánico que el que roba la Voz a la UNIDAD y por ello busca su reconocimiento!
Benditos seáis, me dicta Nuestro Señor Dios el Creador Innombrable, los que, habiendo escuchado esto lo guardáis en el corazón como el más preciado tesoro.
Bienvenidos seáis desde el corazón de este ángel.
(Fuente: Libro de Samahel)
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