A mi mujer, a mis hijos, a sus esposos y esposas, a mis nietos, y muy especialmente a mi nieta Dulce Aitana, para que, junto a esta gran familia, sea testigo y “espejo” a futuro de estas grandes enseñanzas.
A todos los niños y jóvenes adolescentes, para que todo lo recogido en este Libreto, escrito desde la humildad del “alumno que quiere aprender”, les sirva de guía y apoyo en su futuro caminar como adultos, de la mano de su familia, amigos, y muy en especial de sus padres, madres y abuelos.