Descubrir y Amar a los Ángeles significa descubrirte y amarte a ti mismo, a ti misma. Es un amor único que se oculta en lo más profundo de nuestro Ser y que nos hace evolucionar espiritualmente, y por qué no, también físicamente, ya que nos transforma, nos hace ser más felices, armoniosos, equilibrados, y si sabemos cultivarlo en la forma que os he hablado, será precisamente esa transformación la que nos abra las puertas de una nueva Consciencia.
Y será por ello que cuando descubres a los Ángeles y realmente los sientes, ya no puedes dejar de pensar en ellos, de buscar sus energías, de hacerlas tuyas.
Libreto: MENSAJE DEL ÁNGEL…. (PINCHAR EN LA FOTO)
El «Mundo de los Ángeles» es un Mundo luminoso, al mismo tiempo que sorprendente, inimaginable e incomprensible para la consciencia del ser humano, que no hay que razonar demasiado, sólo lo justo. Busca esa razón «dentro» de tu Corazón y encontrarás las verdaderas respuestas. Son palabras de un gran amigo y “maestro”….
Una Virtud no puede ser manifestada por uno mismo hasta que no se experimenta, hasta que no se observa en nuestro Ser interior, en nuestros modos de conducirnos por la vida, y será entonces cuando hayamos sido capaces de reconocerla, cuando sabremos verdaderamente lo que es.
A este respecto siempre nos surgirán las preguntas ¿Por dónde empiezo? ¿Qué es lo primero que debo hacer para lograrlo? Qué duda cabe que si sabemos buscar encontraremos muchas respuestas, pero hay una que es bien sencilla, ….“Dejemos de juzgar lo que hacen los demás y empecemos por nosotros mismos”, y tengamos la seguridad que podremos descubrir una gran cantidad de cosas que antes nos pasaban totalmente desapercibidas. Esa es la gran enseñanza y la primera gran lección que debemos estar dispuestos a aprender y llevar a la práctica.
Y de esa enseñanza se habla en este Libreto, de una enseñanza que intenta nos haga comprender que al igual que cuidamos nuestro hábitat, nuestro entorno, nuestra casa, de igual manera tenemos que aprender a cuidar nuestro hábitat “Interior”, a saber Amar, con todo lo que ello lleva implícito, haciéndolo desde la impecabilidad de nuestras palabras y el cuidado de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, obras y acciones, todo ello en equilibrio y armonía, bajo unas premisas que son esenciales para lograrlo:
- Que seamos sencillos y honestos con nuestras propias acciones.
- Que no nos pongamos a “arreglar” lo que veamos en otros sin antes haber arreglado lo nuestro propio.
- Que cuidemos nuestra “casa interior”, no juzgando lo que vean nuestros ojos, sino lo que sienta nuestro corazón a través de nuestros sentimientos y emociones.
- Que seamos siempre “antorcha”, potenciando su “Luz”, para que la oscuridad de ese nuestro propio “mundo interior” sea cada vez menor.
Debe estar conectado para enviar un comentario.