Arcano 2 Energía BACHUR (“La Sacerdotisa”)
Es la compañera del Mago, y representa lo femenino, lo oculto, el secreto, el misterio, la ciencia, la Imaginación, el análisis, la reflexión, la época de ser mas paciente, está sentada, y nos muestra también la capacidad de recibir.
Es la Guimel, tercera letra del alfabeto hebreo, una ola regeneradora que, como un útil puente, une el consciente con el subconsciente.
Está sentada entre las dos columnas del Árbol de la Vida, los soportes del conocimiento, los símbolos de la presencia de Dios, una presencia activa como lo fueron las dos columnas de humo y fuego que guiaban a los israelitas por el desierto. Una es roja, la fuerza que nos ayuda a ascender desde la materia; la otra negra, la oscuridad, el lazo a la materia.
Se dice que nuestra tierra está sostenida por un eje y que la Estrella Polar es el vértice de esa columna sagrada. En nosotros, ese eje es nuestra columna vertebral, que marca la etapa de afirmación de uno mismo.
En el plano espiritual: representa los tres términos de toda manifestación, el pasado, el presente y el futuro, cuerpo, alma y Espíritu, la fusión de lo Celeste, el 1 con el plano material, el 2.
En el plano Intelectual: el binario, reflejo de la Unidad; la percepción de las cosas visibles e invisibles.
En el plano físico: la mujer, molde-matriz del hombre quién se une a ella para realizar un igual destino.
La Sacerdotisa además de estar sentada, nos muestra su corona, está coronada, pero no con una corona cualquiera sino con una en forma de domo o bóveda. Una corona de tres planos, símbolo de la Sabiduría Absoluta. Su forma circular indica además perfección y participación de la naturaleza celeste, una promesa de vida inmortal, de poder, de realeza, de acceso a un rango y fuerza superiores, a esa ciencia oculta que todo iniciado puede alcanzar si persevera con voluntad.
En Kabalah, sólo la sephira Kether lleva corona, estando relacionada con el absoluto y el color blanco, como el velo de la Sacerdotisa. Azul y blanco son colores marianos, que indican el des-apego frente a los valores de éste mundo y el vuelo del alma liberada, hacia Dios.
El azul, el color más frío y en valor absoluto el más puro, nos indica el camino de lo indefinido, del mundo de la eternidad, un color que apacigua, que nos invita al reposo, a la profundidad del mar y el cielo.
El hecho de que no le veamos los pies, tiene gran importancia. Las piernas son el símbolo del vínculo social, permiten relacionarse al suprimir las distancias, favorecen los contactos.
La sabiduría, no se apoya en este mundo porque sabe que no es real, sino que es un reflejo del mundo verdadero. Sabe que somos finitos, apoyados en el meollo del infinito hacia el que nos dirigimos con ansia infinita.
El libro que sostiene entre sus manos, es el símbolo de la ciencia y la sabiduría. El poeta Mohinddin-Ibn-Arabi ya afirmaba “el Universo es un inmenso libro….” en él podemos aprender puesto que hay una gran enseñanza en el libro de la Naturaleza.
El velo, representa lo velado, lo oculto pero no cerrado. Una situación inminente, presentida pero aún no definida que requiere intuición, discreción y prudencia. Cuando aparece la carta al revés puede indicarte propósitos ocultos o segundas intenciones. Te indica prudencia y espera.
La corona y algunos de sus adornos son dorados, como el oro y la luz. La Sacerdotisa o la Papisa como a veces se nos presenta es la mujer sacerdotisa e incluso diosa, que detenta sin querer mostrarlos todos los secretos del Mundo. No es aún la manifestación de la diosa madre (La Emperatriz) sino más bien Isis, a quien evoca con su velo blanco, recordándonos la inscripción, que según Plutarco, estaba grabada sobre su estatua “Yo soy todo lo que ha sido, todo lo que es y todo lo que será y ningún mortal ha levantado jamás mi velo”. Por ello se le conoce también como “Puerta del Santuario oculto”.
A nivel adivinatorio, presagia un aumento en los poderes de la intuición o un inminente encuentro con ellos; esos poderes latentes en nuestro interior y que esperan ser descubiertos con la perseverancia, la fe, la imaginación creadora y la radiación que todos poseemos.
Como todas, ésta es una carta hermosa, llena de simbolismo y que nos da pautas para descubrir nuestro camino, o el lugar donde estamos. Todo ello para descansar a veces, pero nunca pararnos ni rendirnos………..
(Fuente: Sabrina Shauer Fiorini)
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